Una niña le entregó a mi hijo una carta de amor. Aunque no puedo compartir el contenido porque es algo privado de mi hijo, sí puedo contarles lo que pasó una vez mi hijo recibió y leyó la carta.
Algunos días del mes mi hijo sale de la escuela más temprano de lo normal y a mí se me hace difícil salir a buscarlo. Gracias a Dios que cuento con la ayuda de una familia, padres de una compañerita de clases del nene, que me hacen el enorme favor de llevarlo a la oficina. La semana pasada no fue la excepción.
Me cuenta mi amigo que estaba afuera esperando a que salieran los chicos cuando de repente mi hijo le pasó por el lado como un celaje, “fiummmmm”.
─”¿Para dónde vas?, tú te vas conmigo”, le dijo.
─”Voy a buscar algo”, contestó mi hijo. Luego regresó con la carta y recitando.
─”Te amo, te quiero, equis cero, equis cero, ... Vengo ahora, tengo que hablar con fulana.”
A mi amigo no le quedó más remedio que seguir detrás de mi hijo por toda la escuela buscando a la culpable del retraso y seguir escuchando el “equis cero, equis cero, ...”.
Al no encontrar a la joven enamorada, mi hijo buscó a una de las amigas de la niña y le dice:
─”Juana, dile a fulana que se le olvidó una X en la carta”.
En otras palabras, mi hijo no le dio importancia al contenido si no que la fulana escribió al final “xoxo” y para él es “xoxox”.
Jajajajaja, y como dijo mi amigo, “Shakespeare estaría envidioso”.
Wow, qué determinado el chico!! Y me encanta que ni se inmutó por haber recibido una carta de amor, jaja!
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